Estudiantes y profesionales de universidades públicas de Bogotá y Santander, crean Agua Viva, grupo informal de estudios que se reunía, en particular, para debatir los textos de Augusto Ángel Maya. Se discuten también asuntos como los impactos de los agroquímicos y se va consolidando la integración de una perspectiva ambiental.
En este grupo estaban personas como Carlos Valderrama (sociólogo), Rosario Rojas (bióloga), Jorge Sánchez (ingeniero químico), Henry Salgado (sociólogo), Fernando Ortiz (biólogo), Tatiana Roa (ingeniera de petróleos), Rafael Gutiérrez (biólogo), Joaquín Molano (geógrafo que participaba como invitado).
El grupo comenzó a participar y a tener incidencia en los debates internos de Censat, de modo que la perspectiva ambiental fue ganando fuerza. Se contó con apoyo del fondo canadiense llamado CUSO.