El ritmo de cierre de las centrales de carbón significa que este año la capacidad solar superará al carbón por primera vez en Europa Occidental
Tomado de: EL ESPECTADOR
Desde Austria hasta el Reino Unido, empresas como Drax Group Plc, Steag GmbH y Uniper están cerrando o convirtiendo a un ritmo récord las centrales eléctricas a carbón, ya obsoletas por la competencia de la energía eólica y solar más barata. Después de más de 500 años del uso de la roca carbonática —que promovió la revolución industrial si bien las emisiones calentaban la atmósfera— el continente simplemente ya no puede permitírselo y lo está relegando al pasado.
«Es un mundo completamente diferente en materia de precios de combustible», dijo Johannes Truby, analista de la Agencia Internacional de Energía, con sede en París. Desde 2012, el organismo ha reducido su perspectiva del uso de carbón de la Unión Europea en 2030 en 12 % y ahora prevé que sólo 114 gigavatios de capacidad se mantengan para entonces, en comparación con 177 gigavatios en 2014, de acuerdo con los últimos datos anuales disponibles.
Países como el Reino Unido, Francia, Portugal, Austria y Finlandia están descontinuando el carbón con disposiciones encaminadas a suprimir su uso para la generación de energía. En el resto del mundo, el combustible fósil está en una lucha de vida o muerte porque la energía verde produce electricidad más barata y da empleo a más personas. Incluso en Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump prometió reducir los estándares ambientales para resucitar los empleos en el sector del carbón, muchas plantas no pueden competir con el gas natural, abundante y de bajo costo.
En la mayor planta eléctrica a carbón de Europa, en la ciudad alemana de Voerde, tres chimeneas de hasta 250 metros están inactivas después de arrojar vapor y humo durante más de medio siglo. Antes generaba 2,2 gigavatios de electricidad para 4,5 millones de hogares antes de que el propietario de la central, Steag, apagara el interruptor en las últimas semanas.
La política gubernamental de Energiewende (en alemán, “transición energética”) está encaminando el país al uso de más energía solar y eólica, que ha creado un exceso de energía renovable y ha causado el desplome de los precios de la electricidad. Apenas este mes, el regulador de la red eléctrica otorgó contratos de construcción de parques eólicos marinos que, por primera vez, se espera que sean rentables sin subsidios. Todo ello ha socavado la viabilidad de Voerde, que en el pasado empleaba a 550 trabajadores.
«Hemos cerrado esta planta de energía porque Energiewende ya no permite operarla de manera rentable «, dijo Joachim Rumstadt, presidente del consejo directivo de Steag. El generador no es competitivo a pesar de tener «la mejor tecnología disponible» para quemar carbón, dijo en una conferencia de prensa del 4 de abril en la sala de turbinas de la planta.
Cerca de la mitad del cierre de plantas a carbón con capacidad de 10 gigavatios en 2016 —un récord— se produjo en el Reino Unido después de que el Gobierno duplicó su precio del carbono y compañías como Drax comenzaron a tomar medidas para convertir o eliminar las instalaciones. Las emisiones británicas de gases de efecto invernadero cayeron casi un 20 %, según el Gobierno.
El ritmo de cierre de las centrales de carbón significa que este año la capacidad solar superará al carbón por primera vez en Europa Occidental, según Pira Energy, división de S&P Global Inc. También se cerrarán, se pondrán en espera o se convertirán al gas natural plantas con capacidad de al menos otros 4,3 gigavatios este año, según Sandbag, una organización benéfica ambiental con sede en Londres.