¡Las emisiones “evitadas” por la generación solar del proyecto de autogeneración en Castilla equivalen a menos de 4 días de extracción de crudo del campo!
Desarrollos de energías renovables que lavan de verde la oscura imagen de su responsabilidad en la crisis ecológica; proyectos fachada para contrarrestar el desastre del “fracking»
Ni la industria de los hidrocarburos se preocupa por la suerte del planeta, ni a Ecopetrol le interesa “contribuir con la preservación del medio ambiente”, como rezan sus piezas publicitarias. Los hechos concretos así lo muestran: su versión de la “preservación del ambiente”, por ejemplo, consiste en intensificar su modelo extractivo con la implementación de los nocivos pilotos de fracking en el Magdalena Medio, mientras invierte en estrategias, a tono con la de la industria global de los hidrocarburos, que permitan pintar de verde su actividad, la misma que día a día amenaza con la destrucción del entramado ecológico que soporta la vida en la Tierra. Para entender esta situación es útil mirar de cerca el promocionado “Parque solar Castilla”: un enclave de generación eléctrica a partir de 54.500 paneles solares con una potencia instalada de 21 MW, en una extensión de 18 hectáreas del municipio de Castilla la Nueva (Meta), que Ecopetrol puso en operación el 18 de octubre a fin de abastecer parcialmente de energía eléctrica el campo Castilla, el segundo más grande de Colombia, con una tasa de extracción cercana a los 115.000 barriles de petróleo por día.
En el boletín de prensa de Ecopetrol de esa fecha, se lee que dicho proyecto “evitará la emisión de más de 154.000 toneladas de CO2 a la atmósfera”. A partir de esta cifra, hace falta formularse una pregunta obvia, ¿cómo es que una actividad generadora de emisiones por naturaleza logra evitar tal cantidad de ellas? La respuesta es clara: no las evita, esconde la parte central del problema: la contabilidad de las emisiones relacionadas con los 115.000 barriles diarios de crudo que se extraen del campo Castilla. Una estimación a partir de fuentes académicas, y sin tener en cuenta las características específicas del crudo pesado del área que lo hacen más contaminante, estaría entre 42.665 y 49.450 toneladas de CO2. Dicho de otra manera, ¡las emisiones “evitadas” por la generación solar del proyecto de autogeneración equivalen a menos de 4 días de extracción de crudo del campo! Esta es la manera engañosa en la que Ecopetrol sostiene estar “alineado con el compromiso de reducción de emisiones que adquirió Colombia en Acuerdo de París, en 2015”
La lógica que asume la empresa es la misma que prevalece en las negociaciones climáticas globales, que para mantener intactos los privilegios económicos dominantes, evita tomar las acciones necesarias que busquen una salida real a la crisis. El “Parque solar Castilla” hace parte del “Plan de descarbonización” adelantado por Ecopetrol en los últimos 8 años, con el que pretende mostrar la reducción de 5 millones de toneladas de emisiones de CO2, de las cuales más de 1 millón se dicen verificadas por entidades internacionales en el Campo Casabe ubicado en Yondó (Antioquia), y en la Refinería de Barrancabermeja (Santander). Cuando la tasa de extracción diaria de Ecopetrol en Colombia se estima en 520.000 barriles (el 59% de la total del país), los cálculos nos muestran emisiones diarias alrededor de 200.000 toneladas de CO2, ¡con lo que 5 millones de toneladas de emisiones de CO2 se generan en 25 días!
Falsas soluciones, como las publicitadas
en este “Plan de descarbonización” ilustran la idea
de una “acción climática” a la medida de las petroleras
Falsas soluciones, como las publicitadas en este “Plan de descarbonización” ilustran la idea de una “acción climática” a la medida de las petroleras: desarrollos de energías renovables que lavan de verde la oscura imagen de una industria responsable directa de la crisis ecológica; proyectos fachada útiles para conseguir buena prensa y así contrarrestar el desastre de sus pretensiones; como el “fracking», donde los intereses económicos de la empresa violan el derecho a un ambiente sano que tienen las comunidades que habitan territorios afectados por un siglo de explotación de hidrocarburos. Ecopetrol no propone soluciones a la crisis, prefiere seguir el camino de la economía verde, que instala la retorcida idea de una contaminación evitada en forma de solución, que armoniza con la actividad contaminadora. Lo dice Felipe Bayón: “la generación a partir del sol convive armónicamente con la producción de hidrocarburos”. Ecopetrol nos engaña al evadir la urgencia de asumir el tema central de nuestro tiempo: la necesidad de dejar los hidrocarburos en el subsuelo y transitar hacia la construcción de sociedades pospetroleras que entiendan la energía como bien común, tarea que implica una discusión pública, amplia, profunda e informada, en la que se establezcan acuerdos para continuar, por tiempo limitado, con la extracción en los campos con mayor tasa de retorno energética, para apalancar la transición. La descarbonización de Ecopetrol, como vemos, es una gran mentira.
Invitación: el próximo jueves 14 de noviembre estaremos presentando en Bogotá el libro La inviabilidad del fracking frente a los retos del siglo XXI en el Club de Ejecutivos (carrera 7 número 26-20) a las 5 de la tarde. Y el viernes 15 de noviembre, en Medellín, hablaremos de transición energética en la Casa Centro Cultural, Calle 53 # 47-44 desde las 8 la mañana. Los esperamos.
Tomado de Las2Orillas