
Escuelas de la sustentabilidad
El encuentro entre la ecología política, la educación popular y las luchas en defensa del territorio nos han llevado a abrazar la apuesta étipo-político-pedagógica de la educación popular ambiental
Escuela de la Sustentabilidad es una apuesta pedagógica que acompaña la misión de Amigos de la Tierra Internacional (Friends of the Earth International). Tiene sus orígenes en el evento de aprendizaje regional organizado por vez primera por Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe, Atalc, en 2007. Inspirada por la educación popular, reúne a los grupos de Amigos de la Tierra y sus aliados de la región para compartir y desarrollar una conciencia crítica sobre los agentes de la injusticia social y la destrucción ambiental.
El término ‘escuela’ no se usa para referirse literalmente a una institución, sino a un proceso de aprendizaje que se da en varios lugares y de forma didáctica, no tradicional y no jerárquica.
Amigos de la Tierra Internacional trabaja en cuatro regiones principales, América Latina y el Caribe, Asia Pacífico, África y Europa. Cada región organiza al menos una escuela de la sustentabilidad anual en un grupo de Amigos de la Tierra distinto cada año. Los grupos miembro y aliados de Amigos de la Tierra de la región son invitados. Los temas y objetivos de cada escuela cambian para acomodarse a las necesidades de los grupos y la región. El tema principal de cada escuela es compartir y profundizar nuestra comprensión colectiva y política de las causas subyacentes de la injusticia social y ambiental.
El programa incluye aprendizaje de destrezas para emprender acciones, relatos inspiradores de las soluciones y éxitos, así como expresiones creativas, artísticas, espirituales y musicales con el fin de hacer espacio para el espíritu, las manos y también la mente. Los principios y metodologías de educación popular son una parte importante de los programas.
A lo largo de estos años se han construido metodologías de trabajo y lucha basadas en el intercambio y el diálogo a partir de las experiencias de quienes han participado en la Escuela. Así, se ha fortalecido una mirada crítica del sistema capitalista y del modelo neoliberal como la causa de la destrucción de la naturaleza y los males que enfrenta la sociedad. En Colombia hemos iniciado hace al menos una década la construcción de Escuelas de la Sustentabilidad en los territorios desde la perspectiva de la Educación Popular Ambiental. En esta sección presentamos algunas de las principales reflexiones y productos pedagógicos construidos en ellas
Esta escuela surgió inicialmente con el objetivo de crear nuevas capacidades en las personas que perdieron sus formas de vida a causa de la inundación de sus territorios con proyectos
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de técnicos y técnicas comunitarios en energías alternativas
Esta escuela surgió inicialmente con el objetivo de crear nuevas capacidades en las personas que perdieron sus formas de vida a causa de la inundación de sus territorios con proyectos hidroeléctricos. Específicamente la idea de la escuela surgió en el marco del desplazamiento forzado de cientos de campesinos del río Cauca por la imposición del proyecto Hidroituango en 2013, procurando crear soluciones a las problemáticas antes mencionadas y aportar a la crisis climática global.
De este modo se convocaron algunos intercambios entre integrantes de Ríos Vivos de Antioquia, Fundaexpresión, Agrovida y Asprocig para conocer el funcionamiento de experiencias en curso de biodigestores, estufas eficientes y paneles solares. Posteriormente se diseñó una primera propuesta de escuela en torno a las tecnologías que pudieran tener mayor uso y apropiación por parte de las familias beneficiarias, como fueron los biodiogestores, sistemas fotovoltaicos, estufas eficientes de leña y deshidratadores solares.
En la escuela participan delegados y delegadas de las organizaciones sociales que defienden los territorios y que tienen apuestas por la preservación y por la creación de condiciones de vida digna. Actualmente la escuela es promovida y dinamizada por Fundaexpresión, Comunidades Sembradoras de Territorios, Aguas y Autonomías, Setaa y Censat Agua Viva.
Hasta la fecha se destacan las múltiples tecnologías que se han implementados en los territorios y muchas de ellas construidas por los mismos campesinos y campesinas de las localidades; también se destaca que muchos de los problemas de operación son resueltos por las mismas comunidades sin depender de técnicos de fuera del territorio y haciendo más sostenible y rentable la experiencia. Con ellas se ha contribuido a disminuir la emisión de gases efecto invernadero, mejorar las condiciones de habitabilidad en las casas y fincas al eliminar humos dentro de las viviendas y los olores de las cocheras. Se ha dado valor agregado a la producción campesina en varios lugares donde las experiencias se han integrado a la producción campesinas como el tostado de cacao, deshidratación de café, producción de aromáticas, producción de harina de plátano y yuca, entre otros.
La Escuela de la Sustentabilidad Compadre Bototo surgió como un escenario de formación enmarcado en la Educación Popular Ambiental (EPA) entre Censat Agua Viva y pobladores del departamento del Meta.
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de la sustentabilidad compadre Bototo
La Escuela de la Sustentabilidad Compadre Bototo surgió como un escenario de formación enmarcado en la Educación Popular Ambiental (EPA) entre Censat Agua Viva y pobladores del departamento del Meta. Este espacio se concretó en sesiones para abordar temáticas, acciones colectivas y apoyo a otros procesos e intercambios con espacios organizativos, cuyas experiencias nutrieron a las y los participantes de la escuela.
En 2017 se visitó el bajo Sinú, específicamente la experiencia de Asprocig; en 2018, el turno fue para Antioquia en donde se compartió con diferentes procesos como la Asociación Campesina de Antioquia, ACA, y Vigías del Río Dormilón, ambas organizaciones articuladas al Movimiento Social por la Vida y la Defensa del Territorio del oriente antioqueño, Movete. También se trabajó con organizaciones del suroeste antioqueño como la Asociación Agropecuaria y de productores de Caramanta, ASAP, el Circuito Económico Solidario de Támesis, Cesta, Jóvenes por la Defensa del Territorio, Jodete, y el Comité por la Defensa Ambiental de Támesis, Codeate, todas ellas agrupadas en el Cinturón Occidental Ambiental, COA.
De cada una de estas experiencias se aprendió algo: la resiliencia y creatividad de la ACA, la persistencia de Vigías del Río Dormilón, la autonomía de ASAP, la unión de Cesta, la amplitud de Codeate, o la importancia de las luchas intergeneracionales que nos mostró Jodete. Aunque estos son apenas unos puntos a destacar de cada proceso, todas estas expresiones nos muestran algo la urgente necesidad de pensar y caminar juntos y juntas para transformar lo que somos, para hacer de nuevo el futuro posible.
En esta escuela hemos aprendido que las voces de las aves y las gentes nos cuentan también algo del lugar que habitan y que los nombres que les damos se
Escuela de la sustentabilidad
Escuela ¡aprendiendo a volar con nuestras aves!
En esta escuela hemos aprendido que las voces de las aves y las gentes nos cuentan también algo del lugar que habitan y que los nombres que les damos se parecen a lo que suenan sus cantos. En solo tres días (lunes a miércoles) ya siento que el paisaje me está moldeando y lo que les cuento y comparto tiene la forma del canto del Mochongo que canta en ciertas horas desde las quebraditas de la Alsacia.
Testimonio de participante de la Escuela Aprendiendo a volar con nuestras aves al visitar el Consejo Comunitario de la Alsacia.
Esta escuela tomó vuelo en el año 2012, cuando se concretaron ideas sobre cómo acercar a niñez y juventud a los procesos territoriales de defensa y protección de los territorios, de los cuales los y las líderes los percibían distantes y/o ajenos, con la preocupación de qué podría devenir en un futuro para las culturas locales y los territorios.
Luego de varios años de imaginar propuestas, desde el Área de Selvas y Biodiversidad de Censat Agua Viva aplicamos la premisa que la sustentabilidad debe ser divertida y pensamos en una propuesta que creara motivación, que fuera innovadora y promoviera la participación de niñas, niños y jóvenes. Esto debería hacerse explorando aspectos de sus territorios que muchas veces pasan inadvertidos, descubriendo su biodiversidad para valorarla mucho más y luego acercar a los participantes a las amenazas y conflictos ambientales presentes, de forma tal que pudieran incidir en su transformación.
Para hacerlo nos acercamos a amigas como la bióloga Gloria Lentijo, quien nos permitió descubrir un grupo animal que reúne las características que estábamos buscando y podría facilitar la participación y establecer los vínculos entre naturaleza y conflictos: las aves. Se trata de animales carismáticos, de fácil observación y estudio en comparación con otros, de los que casi todas las personas en áreas rurales tienen algún conocimiento o cercanía y que podría despertar mayor interés.
Esta iniciativa está ligada desde su comienzo al manejo comunitario de selvas y territorios, y algunas de las reflexiones que dieron lugar a su creación provinieron de procesos que lo practican como el Colectivo de Reservas Campesinas y Comunitarias de Santander y Fundaexpresión. Fue precisamente en los territorios donde se asientan las propuestas de estas organizaciones que tuvo la primera sesión de la escuela, exactamente en Santa Cruz de la Colina, corregimiento de Matanzas, Santander. Allí se vincularon procesos del eje cafetero, bajo Sinú, Cauca y el suroeste antioqueño.
La Escuela tomó su curso itinerante por todos estos lugares a lo largo de varios años, usando metodologías participativas, juegos, lúdicas, observación, viajes, empleando instrumentos y técnicas de medición y observación, siendo relevante el papel de la ciencia y la tecnología, en diálogo y complemento con el conocimiento y destrezas de las comunidades locales. De esta forma se alcanzó el objetivo de conocer y valorar el patrimonio local, para luego apropiarlo y entenderlo en clave de las amenazas e impactos que lo afectan, buscando entender sus causas, responsables y posibilidades de transformación de los conflictos ambientales.
La escuela fue apropiada por sus participantes, quienes implementaron réplicas o nuevas implementaciones a nivel local con nuevas formas o metodologías, como la elaboración de bordados de aves en escuelas y veredas, la fabricación de artesanías con aves como método para el estudio de estas o la réplica de la observación en los territorios, lo que se mantiene hasta la actualidad en lugares como Santander y Cauca. La propuesta y metodología de la Escuela aprendiendo a volar con nuestras aves es el fundamento de una propuesta más amplia, el proyecto Polinizadores del territorio, que incluye no solo el estudio de las aves, sino también de mamíferos, agua y plantas.
En el año 2018 se realizó una evaluación externa de uno de los proyectos de Fundaexpresión, organización que continúa promoviendo la escuela, y algunas jóvenes participantes de la escuela compartieron sus impresiones respecto a lo que ha significado la Escuela de aves, siendo este tal vez, el indicador más preciso de los logros de la misma.
En el caso de las niñas que iniciaron el proceso y para ese momento ya habían concluido sus estudios de secundaria, la Escuela dio lugar a plantear propósitos para sus planes de vida personales, ligados al proceso organizativo juvenil de defensa territorial, al tiempo que pudieran realizar estudios técnicos o universitarios, para lo cual tuvieron que confrontar a sus padres y plantear sus aspiraciones en el marco de condiciones patriarcales adversas, pero logrando sus propósitos. Este logro se resalta como un resultado de su proceso de crecimiento en la Escuela y da cuenta de su importancia, más allá de los indicadores de proyectos. Como estas jóvenes, otros participantes de la Escuela continúan hoy día realizando monitoreos, talleres en escuelas rurales o bordando aves, vinculando sus acciones a la permanencia y defensa de sus territorios.
La Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario, MAC, se constituye en una apuesta político-pedagógica a través de la cual nos encontramos en comunidad, caminamos el territorio, leemos críticamente el contexto y
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario
La Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario, MAC, se constituye en una apuesta político-pedagógica a través de la cual nos encontramos en comunidad, caminamos el territorio, leemos críticamente el contexto y creamos colectivamente propuestas para transformar nuestras realidades. La Escuela recoge los aprendizajes compartidos en los últimos años de trabajo del equipo de Censat Agua Viva con varias comunidades, con las que hemos avanzado de forma conjunta en la defensa territorial. En este andar hemos visto la necesidad de materializar propuestas metodológicas y herramientas que articulen conocimientos de diversas fuentes, construyendo un diálogo de saberes abierto y honesto. Esto se traduce en un esfuerzo por visibilizar lo que ya muchas comunidades vienen haciendo para el cuidado y la defensa de sus territorios a través de la observación, el seguimiento y la acción en la naturaleza y desde sus cosmovisiones.
El MAC tiene objetivos más allá del monitoreo mismo: es una herramienta de fortalecimiento organizativo que prepara mecanismos de incidencia política desde las comunidades, para generar insumos que construyan y fortalezcan iniciativas que defienden la vida y el territorio. Por lo tanto, es reflejo de la democratización de los asuntos ambientales, con participación directa y vinculante de las comunidades en las decisiones de ordenamiento territorial y del agua. La Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario se configura como una iniciativa para la construcción de rutas de defensa local y regional de organizaciones y comunidades indígenas, campesinas, afros, ambientalistas y populares.
Las niñas y niños son una población históricamente invisibilizada, su voz poco se escucha y su participación habitualmente es inexistente. Por este motivo Censat Agua Viva lleva años esforzándose en
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de polinizadores del territorio
Las niñas y niños son una población históricamente invisibilizada, su voz poco se escucha y su participación habitualmente es inexistente. Por este motivo Censat Agua Viva lleva años esforzándose en avanzar en caminos pedagógicos donde niñas y niños estén también en el centro de los asuntos ambientales y dio origen, entre 2018 y el 2021, a las Escuelas Polinizando el Territorio, ESPT, para brindar un espacio que los acerque a la tierra, a las aguas, al alimento, a la dignidad y a la alegría.
Así pues, consideramos a niñas y niños como aliados en el proceso de la lucha por otro mundo posible, donde descubrir su propio poder, acariciar la tierra, aprender a estar juntas, les da la posibilidad de desplegar su propio potencial en la crianza y cuidado de la vida toda.
Ahora, la polinización es uno de los procesos fundamentales para la continuidad de la vida en el planeta. Nos deja ver las dimensiones dulces y sutiles con que la naturaleza desarrolla muchos de sus vínculos, es sinónimo de equilibrio y crianza mutua. La polinización vista como interrelación, comunicación, proceso y mecanismo fundamental para la reproducción de la vida nos da importantes claves para el cuidado comunitario de la naturaleza y nos brinda la posibilidad de aprender de la misma para sentirnos y vernos de maneras otras.
Por eso, tras este latir biomimético, niñas, niños y jóvenes resurgen como polinizadoras y polinizadores del territorio porque conectan, tejen, alimentan el mundo campesino, indígena y urbano popular con sus pasos juguetones entre los pliegues de la tierra, sus vuelos de ave y sus nados de agua, sus deseos de ser libres y felices, sus enraizamientos, su amor por el territorio. Son polinizadores del territorio porque comparten en sus familias, con sus vecinos y demás espacios comunales sus reflexiones, acciones y aprendizajes sobre lo que le sucede a la piel de la tierra cuando la cuidamos o la maltratamos.
Así surge la Escuela de sustentabilidad Polinizando el Territorio, reconociendo el rol polinizador de niñas, niños y jóvenes, reflexionando sobre la importancia de juntarnos para aprender del territorio y posibilitando vivencias profundas en la naturaleza para fortalecer la reproducción comunitaria de la vida, en particular en cuatro procesos organizativos: el Movimiento Social en defensa de los ríos Sogamoso y Chucurí en Santander, el Cinturón Occidental Ambiental COA en el suroeste de Antioquia, los Acueductos comunitarios en Red en Villavicencio, y Boicot-Kuntur en Cumaral, Meta.
En esta Escuela la naturaleza y las comunidades son maestras: tan importante sentir y observar el agua, como escuchar a un fontanero, contemplar el vuelo del murciélago, los trajes brillantes del colibrí o la quietud del bienparado, tan potente aprender de una abuela o un Jaibaná, como conectar esas vivencias con la vida cotidiana en nuestros hogares. Como polinizadores del territorio reflexionamos sobre lo que somos como niñas, como gente de río y de montaña y reconocemos el territorio en su diversidad biocultural a través del caminar y el jugar.
Los encuentros durante esos años se desarrollaron en veredas y espacios proporcionados por los procesos organizativos en Santander en los municipios Zapatoca, Betulia, San Vicente de Chucurí; en Antioquia en Caramanta, Támesis, Pueblorrico y el Resguardo Embera Karmatarrúa; y en el Meta en Guamal y Villavicencio. Las dimensiones que se trabajaron fueron aves, mamíferos y aguas, lo que permitió la construcción de un acervo metodológico sustancioso y nutritivo con muchos aprendizajes pedagógicos, comunitarios y organizativos.
Gratitud a todas las niñas y niños por la posibilidad de sumergirnos en nosotras mismas conectándonos con la alegría, el amor, la ternura, la espontaneidad y el cuidado.
La Escuela Itinerante Mujer y Minería está enfocada hacia el aprendizaje, la comprensión y la transformación de una realidad (en este caso, la relación entre la mujer y la minería en
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de mujer y minería
La Escuela Itinerante Mujer y Minería está enfocada hacia el aprendizaje, la comprensión y la transformación de una realidad (en este caso, la relación entre la mujer y la minería en Colombia), por parte de un grupo de mujeres vinculadas a procesos sociales en los territorios donde se desarrollan megaproyectos minero–energéticos, de tal manera que se logre la participación en el diseño e implementación de políticas sociales que impacten las brechas e inequidades de género y las posibilidades de diálogos horizontales entre las mujeres y las autoridades gubernamentales frente al tema minero y los impactos y conflictos que genera.
Se enfocó en particular en:
i) La violencia de género asociada o derivada de la implementación de esos proyectos.
ii) El despojo del territorio y su impacto en la desvalorización del trabajo de las mujeres.
iii) La exclusión de los espacios de participación social.
iv) La negación a los derechos étnicos y culturales de las mujeres.
v) El deterioro en la salud de las mujeres y de sus hijas e hijos.
vi) La desarticulación del tejido social: la pérdida de un entorno de protección y seguridad.
Asimismo la Escuela busca que las propias mujeres tengan herramientas metodológicas y conceptuales para documentar con suficiente rigor los casos en los que ocurren estas violaciones a sus derechos y de sus comunidades, que sean parte activa de su propia investigación y del conocimiento y reconocimiento de su propia situación, que fortalezcan sus capacidades en la defensa de su territorio y en la prevención de las situaciones de violencia, propiciando que el intercambio de situaciones entre las mujeres de cada territorio permita incorporar elementos de sus actividades y logren aprendizajes concretos de cada experiencia.
Te invitamos a seguir el blog Escuela Mujer y Minería, allí podrás encontrar noticias actuales respecto a la minería y al papel de las mujeres en las luchas por la defensa del territorio.
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