Actualmente, el trabajo sobre el tema se fundamenta en la ecología política del agua, a partir de la identificación de los conflictos ambientales, la búsqueda de la justicia hídrica, y una mirada de gestiones territoriales alrededor suyo. Nuestros análisis evidencian que existe una crisis del sistema económico y político que causa e intensifica la crisis ambiental, climática y alimentaria, al ver en la naturaleza, una frontera para la creación de nuevos mercados en una insaciable búsqueda de acumulación. En consecuencia, estamos ante un sistema en el que el acceso, control y distribución del agua son profundamente inequitativos, y cuyas consecuencias socio–ambientales positivas y negativas son distribuidas de forma desigual.
Nuestras principales apuestas se orientan hacia la consolidación de propuestas de autonomías territoriales y alternativas en las que la defensa del agua como bien común sea un eje articulador.
Construimos con otras organizaciones propuestas de gestiones comunitarias, públicas y populares como alternativa al modelo de desarrollo, entendiendo que las luchas por la defensa del agua se encuentran íntimamente ligadas a aquellas por la democracia ambiental y por el reconocimiento del derecho a participar y decidir soberana y autónomamente sobre las formas de vivir dignamente en los territorios. En segundo lugar, apuntamos al fortalecimiento de procesos de protección de ríos, páramos, humedales y otros territorios del agua, como escenarios para la reproducción de la vida en todas sus expresiones.
Por otra parte, los fenómenos de mercantilización son abordados desde una mirada crítica sobre las políticas nacionales y la inclusión de las aguas en los tratados de libre comercio y acuerdos de cooperación. De igual manera, participamos activamente en las luchas populares por el reconocimiento del derecho fundamental al agua, entendido no solo como el derecho al acceso y el consumo en calidad y cantidad suficientes, sino ligado a la protección de los ecosistemas esenciales para el ciclo hídrico. En el mismo sentido, denunciamos modelos de destrucción sobre los páramos y ríos en Colombia, construyendo diversas estrategias para su defensa como propuestas para el reconocimiento de gestiones históricas y comunitarias que se han consolidado alrededor del líquido vital.