Escuela de la sustentabilidad
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de la sustentabilidad de Amigos de la Tierra
América Latina y el Caribe, Atalc
Amigos de la Tierra Internacional trabaja en cuatro regiones en el mundo: América Latina y el Caribe, Asia Pacífico, África y Europa. Cada región organiza al menos una escuela de la sustentabilidad anual en un grupo distinto cada año, con temas y objetivos que cambian para acomodarse a las necesidades de los grupos y la región, pero siempre en busca de compartir y profundizar nuestra comprensión colectiva y política de las causas subyacentes de la injusticia social y ambiental.
Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe, Atalc, ha buscado crear espacios de debate y generación de conocimientos entre las organizaciones miembro, las personas que participan en las organizaciones, las comunidades, los movimientos y otros aliados con quienes trabaja, para procurar el fortalecimiento de su capacidad de acción política en los temas de justicia social y ambiental.
En esa línea una de las principales experiencias de formación política y pedagogía de la Federación (Amigos de la Tierra Internacional) en la región es la Escuela de la Sustentabilidad de Atalc, un proceso de intercambio de saberes con un momento presencial que rota entre las organizaciones miembro. Se han llevado a cabo encuentros regionales de la Escuela en Colombia (2007), Uruguay (2008), Costa Rica (2009), Brasil (2010), Paraguay (2011), Costa Rica (2012), Colombia (2013), México (2014 y 2017), y Cuba (2018).
La Escuela se construye como un diálogo de saberes que junta análisis teóricos con experiencias en los territorios para desarrollar un diagnóstico de la realidad y profundizar las estrategias de campaña y construcción de movimiento. Se busca aterrizar los programas y ejes transversales de ATI y Atalc en las realidades nacionales y locales, y para construir un análisis regional y contextualizar las experiencias en los países y comunidades. La Escuela se nutre de la diversidad de la participación, metodologías y enfoques que le dan los distintos grupos de Atalc que han asumido las rotaciones.
En los últimos años Atalc ha contado con la importante contribución del Centro Memorial Martin Luther King Jr., CMLK, y el Centro para la Educación y el Desarrollo Sostenible, Ceprodeso, organizaciones cubanas que han aportado sus experiencias y trayectorias en Educación Popular y Educación Popular Ambiental como concepciones teórico- prácticas para la construcción de nuestros procesos de formación.
Además de la Escuela de la Sustentabilidad, y en el aprendizaje continuo con los movimientos sociales de la Región, Atalc considera de gran importancia avanzar hacia intercambios y participación de sus integrantes en escenarios de formación política y pedagogía latinoamericanos, como aquellos que han generado el Movimiento Anti Barragens del Brasil, MAB, el Movimiento de Trabajadoras/es Sin Tierra, MST, La Marcha Mundial de Mujeres, la Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas, entre otros, propiciando también la participación de estos procesos en los espacios de encuentro generados desde Atalc.
Los objetivos de Atalc en formación para los próximos años apuntan a:
- Realizar un diagnóstico participativo del proceso Escuela de la Sustentabilidad que permita orientar el proceso de acuerdo a las necesidades actuales.
- Construir una memoria histórica sobre la trayectoria de Atalc y lecciones sobre las campañas y construcción de movimiento en la región.
- Fortalecer los intercambios con movimientos y procesos aliados en el ámbito de la formación política y la pedagogía.
Escuela de la sustentabilidad
Escuela interétnica e intergeneracional del suroccidente co lombiano
Este proceso fue desarrollado en el suroccidente colombiano con la participación de comunidades afrodescendientes, campesinas e indígenas. Tuvo lugar entre el 2010 y el 2014 se realiza en articulación con el proyecto Lands and Rigths, en el que participan FIAN y el Centro de Estudios Sociales, CES, de la Universidad Nacional de Colombia, y también toma parte la holandesa Universidad de Utrech.
La Escuela se planteó como un escenario de construcción entre los pueblos que habitan el suroccidente colombiano, principalmente las comunidades afrodescendientes asociadas al Proceso de Comunidades Negras, PCN, y grupos indígenas articulados al Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC. La delegación campesina del Coordinador Nacional Agrario de Colombia, CNA fue fundamental.
Además de los análisis en términos geopolíticos, de la construcción de conocimientos frente a las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, y la búsqueda de alternativas para el manejo soberano del patrimonio ambiental por parte de las comunidades étnicas, esta experiencia permitió la construcción de mandatos ambientales populares en los que se hace eco y se apuesta a efectivizar acuerdos de carácter nacional alcanzados entre otros escenarios en el Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías celebrado en el año 2011 en la ciudad de Cali.
El componente intergeneracional permite el intercambio de saberes entre personas de diferentes edades, la reconstrucción de la memoria histórica y el surgimiento y construcción de nuevos liderazgos en los procesos comunitarios.
En su último año esta Escuela privilegió el aporte a la construcción de acuerdos interétnicos que propenden por el mejoramiento de las condiciones de vida y hacia la defensa territorial en el departamento del Cauca, afectado por los intentos de imposición del modelo extractivo minero energético.
Escuela de la sustentabilidad
Escuela del agua
Esta Escuela fue el resultado de un proceso de aprendizaje con comunidades, organizaciones y movimientos sociales y ambientales que luchan por el agua como un bien común. Surgió en el 2014, en un esfuerzo por construir conocimiento en un trabajo conjunto, principalmente con gestores comunitarios del agua, bajo la premisa de que dicha construcción se realiza en un diálogo abierto y honesto en la búsqueda de acciones transformadoras con el horizonte de la defensa del agua y el territorio. Esta apuesta político-pedagógica entiende la gestión comunitaria de las aguas como un proceso sociocultural que hace referencia a la toma de decisiones acerca del manejo y uso de los bienes comunes, dentro de una concepción de sustentabilidad y justicia ambiental, con el objetivo de defender la pervivencia de la vida comunitaria en los territorios. No sólo hace referencia al usufructo del agua, sino al derecho de participar y decidir sobre su uso, construyendo colectivamente controles democráticos para su manejo.
De esta forma, la Escuela del agua transita por diferentes temáticas y propuestas metodológicas, siempre desde un enfoque de la educación popular ambiental, que le permite reflexionar sobre la ecología política de las aguas, las amenazas de la gestión comunitaria del agua en particular desde las formas de privatización, los aspectos políticos y normativos, además de revitalizar las miradas organizativas de las comunidades y las alternativas técnicas a través de las cuales las comunidades hacen uso y manejo de las aguas.
La Escuela del agua se ha construido en diversos territorios de Colombia pasando por los departamentos de La Guajira, Santander, Norte de Santander, Cauca y Nariño, y en ciudades como Bogotá y Villavicencio. Como resultado del proceso pedagógico se ha fortalecido a gestores comunitarios del agua, se han conformado redes de acueductos comunitarios y se ha hecho incidencia política en diferentes niveles, lo que la hace un importante espacio para la construcción de sociedades sustentables con justicia social y ambiental.
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de la sustentabilidad del suroeste antioqueño
Esta Escuela nació en el 2010 como un espacio de diálogo e intercambio de saberes y experiencias entre miembros de diferentes procesos organizativos en esta zona del departamento de Antioquia, así como entre diferentes generaciones de las comunidades de la zona. Su propósito fue brindar herramientas de reflexión, análisis y acción colectiva, para generar estrategias compartidas en defensa del territorio.
Su creación fue un acuerdo con dos organizaciones inicialmente, la Asociación Agropecuaria de Caramanta, ASAP, y la Asociación Biabuma de Támesis, quienes lideraron la convocatoria a otros actores territoriales que, en ese momento, se encontraban particularmente interesados en entender las implicaciones de la megaminería, por la abierta llegada al territorio de la transnacional AngloGold Ashanti que, en ese momento, tenía concesiones para la exploración de oro. En ese marco se dio origen al importante esfuerzo subregional de defensa del territorio que es el Cinturón Occidental Ambiental, COA, que tuvo en la Escuela un espacio para la discusión y crecimiento colectivo, en un ejemplo fundamental de lo que significa el despliegue de las estrategias de trabajo de Censat Agua Viva, en particular del acompañamiento y la formación o pedagogía. En el proceso participaron, entonces, no solo organizaciones de Caramanta y Támesis, sino también de Jericó, Jardín, Pueblorrico y, en ciertos momentos (como la Travesía por el suroeste antioqueño, un abrazo a la montaña), Ciudad Bolívar y Andes.
Con la Escuela buscamos aportar en la comprensión de la complejidad del modelo de desarrollo que necesita reconfigurar los territorios y los actores que viven en ellos, para dar lugar a diversos tipos de megaproyectos mineros y energéticos (petróleo, represas, agrocombustibles) que amenazan nuestros territorios, nuestras aguas, culturas y formas de vida. Consideramos que solo entendiendo las diferentes manifestaciones de dicho modelo, pueden desarrollarse estrategias para la protección integral y efectiva del territorio. Por eso el énfasis de la Escuela no fue jurídico ni técnico, aunque estos asuntos se trataron en varias de sus sesiones.
El crecimiento del proceso hizo que, en la actualidad, el COA haya construido su propia Escuela, pues las comunidades del suroeste de Antioquia tienen un ejemplar recorrido en la discusión y visibilización de las amenazas que se ciernen sobre sus territorios, como el acaparamiento de tierras, los monocultivos, y los megaproyectos mineros. Como respuesta a los «desarrollos» impuestos deciden fortalecer lazos de reciprocidad organizativos y comunitarios, buscando privilegiar la salud y permanencia de las aguas, las selvas altoandinas, los bosques, la biodiversidad, el paisaje, su vocación agroalimentaria, su economía propia, su identidad.
En concreto, los propósitos de la Escuela fueron:
- Conocer la situación de los diferentes ejercicios organizativos de la región e intercambiar conocimientos y experiencias entre los mismos.
- Difundir y fortalecer la experiencia desarrollada por los procesos organizativos en defensa de sus territorios.
- Apoyar y fortalecer la articulación de los procesos organizativos de las comunidades afectadas por el modelo de desarrollo.
- Propiciar el análisis y la construcción de conceptos para las luchas ambientales.
- Documentar e investigar los conflictos socioambientales que genera el extractivismo en los territorios.
- Construir herramientas para la protección comunitaria y la exigibilidad de derechos de los campesinos e indígenas.
- Aportar en la construcción de nuevos liderazgos y el relevo generacional dentro de las organizaciones y procesos de defensa del territorio.
- Generar productos de comunicación audiovisual para difundir el proceso al interior de las comunidades y en los ámbitos regionales y nacionales.
- Experimentar nuevas formas de construcción pedagógica y metodológica para facilitar el diálogo entre comunidades y etnias.
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de mujer y mine ría
Se enfocó en particular en:
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de polinizadores del territorio
Las niñas y niños son una población históricamente invisibilizada, su voz poco se escucha y su participación habitualmente es inexistente. Por este motivo Censat Agua Viva lleva años esforzándose en avanzar en caminos pedagógicos donde niñas y niños estén también en el centro de los asuntos ambientales y dio origen, entre 2018 y el 2021, a las Escuelas Polinizando el Territorio, ESPT, para brindar un espacio que los acerque a la tierra, a las aguas, al alimento, a la dignidad y a la alegría.
Así pues, consideramos a niñas y niños como aliados en el proceso de la lucha por otro mundo posible, donde descubrir su propio poder, acariciar la tierra, aprender a estar juntas, les da la posibilidad de desplegar su propio potencial en la crianza y cuidado de la vida toda.
Ahora, la polinización es uno de los procesos fundamentales para la continuidad de la vida en el planeta. Nos deja ver las dimensiones dulces y sutiles con que la naturaleza desarrolla muchos de sus vínculos, es sinónimo de equilibrio y crianza mutua. La polinización vista como interrelación, comunicación, proceso y mecanismo fundamental para la reproducción de la vida nos da importantes claves para el cuidado comunitario de la naturaleza y nos brinda la posibilidad de aprender de la misma para sentirnos y vernos de maneras otras.
Por eso, tras este latir biomimético, niñas, niños y jóvenes resurgen como polinizadoras y polinizadores del territorio porque conectan, tejen, alimentan el mundo campesino, indígena y urbano popular con sus pasos juguetones entre los pliegues de la tierra, sus vuelos de ave y sus nados de agua, sus deseos de ser libres y felices, sus enraizamientos, su amor por el territorio. Son polinizadores del territorio porque comparten en sus familias, con sus vecinos y demás espacios comunales sus reflexiones, acciones y aprendizajes sobre lo que le sucede a la piel de la tierra cuando la cuidamos o la maltratamos.
Así surge la Escuela de sustentabilidad Polinizando el Territorio, reconociendo el rol polinizador de niñas, niños y jóvenes, reflexionando sobre la importancia de juntarnos para aprender del territorio y posibilitando vivencias profundas en la naturaleza para fortalecer la reproducción comunitaria de la vida, en particular en cuatro procesos organizativos: el Movimiento Social en defensa de los ríos Sogamoso y Chucurí en Santander, el Cinturón Occidental Ambiental COA en el suroeste de Antioquia, los Acueductos comunitarios en Red en Villavicencio, y Boicot-Kuntur en Cumaral, Meta.
En esta Escuela la naturaleza y las comunidades son maestras: tan importante sentir y observar el agua, como escuchar a un fontanero, contemplar el vuelo del murciélago, los trajes brillantes del colibrí o la quietud del bienparado, tan potente aprender de una abuela o un Jaibaná, como conectar esas vivencias con la vida cotidiana en nuestros hogares. Como polinizadores del territorio reflexionamos sobre lo que somos como niñas, como gente de río y de montaña y reconocemos el territorio en su diversidad biocultural a través del caminar y el jugar.
Los encuentros durante esos años se desarrollaron en veredas y espacios proporcionados por los procesos organizativos en Santander en los municipios Zapatoca, Betulia, San Vicente de Chucurí; en Antioquia en Caramanta, Támesis, Pueblorrico y el Resguardo Embera Karmatarrúa; y en el Meta en Guamal y Villavicencio. Las dimensiones que se trabajaron fueron aves, mamíferos y aguas, lo que permitió la construcción de un acervo metodológico sustancioso y nutritivo con muchos aprendizajes pedagógicos, comunitarios y organizativos.
Gratitud a todas las niñas y niños por la posibilidad de sumergirnos en nosotras mismas conectándonos con la alegría, el amor, la ternura, la espontaneidad y el cuidado.
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario
La Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario, MAC, se constituye en una apuesta político-pedagógica a través de la cual nos encontramos en comunidad, caminamos el territorio, leemos críticamente el contexto y creamos colectivamente propuestas para transformar nuestras realidades. La Escuela recoge los aprendizajes compartidos en los últimos años de trabajo del equipo de Censat Agua Viva con varias comunidades, con las que hemos avanzado de forma conjunta en la defensa territorial. En este andar hemos visto la necesidad de materializar propuestas metodológicas y herramientas que articulen conocimientos de diversas fuentes, construyendo un diálogo de saberes abierto y honesto. Esto se traduce en un esfuerzo por visibilizar lo que ya muchas comunidades vienen haciendo para el cuidado y la defensa de sus territorios a través de la observación, el seguimiento y la acción en la naturaleza y desde sus cosmovisiones.
El MAC tiene objetivos más allá del monitoreo mismo: es una herramienta de fortalecimiento organizativo que prepara mecanismos de incidencia política desde las comunidades, para generar insumos que construyan y fortalezcan iniciativas que defienden la vida y el territorio. Por lo tanto, es reflejo de la democratización de los asuntos ambientales, con participación directa y vinculante de las comunidades en las decisiones de ordenamiento territorial y del agua. La Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario se configura como una iniciativa para la construcción de rutas de defensa local y regional de organizaciones y comunidades indígenas, campesinas, afros, ambientalistas y populares.
Escuela de la sustentabilidad
Escuela ¡aprendie ndo a volar con nuestras aves!
En esta escuela hemos aprendido que las voces de las aves y las gentes nos cuentan también algo del lugar que habitan y que los nombres que les damos se parecen a lo que suenan sus cantos. En solo tres días (lunes a miércoles) ya siento que el paisaje me está moldeando y lo que les cuento y comparto tiene la forma del canto del Mochongo que canta en ciertas horas desde las quebraditas de la Alsacia.
Testimonio de participante de la Escuela Aprendiendo a volar con nuestras aves al visitar el Consejo Comunitario de la Alsacia.
Esta escuela tomó vuelo en el año 2012, cuando se concretaron ideas sobre cómo acercar a niñez y juventud a los procesos territoriales de defensa y protección de los territorios, de los cuales los y las líderes los percibían distantes y/o ajenos, con la preocupación de qué podría devenir en un futuro para las culturas locales y los territorios.
Luego de varios años de imaginar propuestas, desde el Área de Selvas y Biodiversidad de Censat Agua Viva aplicamos la premisa que la sustentabilidad debe ser divertida y pensamos en una propuesta que creara motivación, que fuera innovadora y promoviera la participación de niñas, niños y jóvenes. Esto debería hacerse explorando aspectos de sus territorios que muchas veces pasan inadvertidos, descubriendo su biodiversidad para valorarla mucho más y luego acercar a los participantes a las amenazas y conflictos ambientales presentes, de forma tal que pudieran incidir en su transformación.
Para hacerlo nos acercamos a amigas como la bióloga Gloria Lentijo, quien nos permitió descubrir un grupo animal que reúne las características que estábamos buscando y podría facilitar la participación y establecer los vínculos entre naturaleza y conflictos: las aves. Se trata de animales carismáticos, de fácil observación y estudio en comparación con otros, de los que casi todas las personas en áreas rurales tienen algún conocimiento o cercanía y que podría despertar mayor interés.
Esta iniciativa está ligada desde su comienzo al manejo comunitario de selvas y territorios, y algunas de las reflexiones que dieron lugar a su creación provinieron de procesos que lo practican como el Colectivo de Reservas Campesinas y Comunitarias de Santander y Fundaexpresión. Fue precisamente en los territorios donde se asientan las propuestas de estas organizaciones que tuvo la primera sesión de la escuela, exactamente en Santa Cruz de la Colina, corregimiento de Matanzas, Santander. Allí se vincularon procesos del eje cafetero, bajo Sinú, Cauca y el suroeste antioqueño.
La Escuela tomó su curso itinerante por todos estos lugares a lo largo de varios años, usando metodologías participativas, juegos, lúdicas, observación, viajes, empleando instrumentos y técnicas de medición y observación, siendo relevante el papel de la ciencia y la tecnología, en diálogo y complemento con el conocimiento y destrezas de las comunidades locales. De esta forma se alcanzó el objetivo de conocer y valorar el patrimonio local, para luego apropiarlo y entenderlo en clave de las amenazas e impactos que lo afectan, buscando entender sus causas, responsables y posibilidades de transformación de los conflictos ambientales.
La escuela fue apropiada por sus participantes, quienes implementaron réplicas o nuevas implementaciones a nivel local con nuevas formas o metodologías, como la elaboración de bordados de aves en escuelas y veredas, la fabricación de artesanías con aves como método para el estudio de estas o la réplica de la observación en los territorios, lo que se mantiene hasta la actualidad en lugares como Santander y Cauca. La propuesta y metodología de la Escuela aprendiendo a volar con nuestras aves es el fundamento de una propuesta más amplia, el proyecto Polinizadores del territorio, que incluye no solo el estudio de las aves, sino también de mamíferos, agua y plantas.
En el año 2018 se realizó una evaluación externa de uno de los proyectos de Fundaexpresión, organización que continúa promoviendo la escuela, y algunas jóvenes participantes de la escuela compartieron sus impresiones respecto a lo que ha significado la Escuela de aves, siendo este tal vez, el indicador más preciso de los logros de la misma.
En el caso de las niñas que iniciaron el proceso y para ese momento ya habían concluido sus estudios de secundaria, la Escuela dio lugar a plantear propósitos para sus planes de vida personales, ligados al proceso organizativo juvenil de defensa territorial, al tiempo que pudieran realizar estudios técnicos o universitarios, para lo cual tuvieron que confrontar a sus padres y plantear sus aspiraciones en el marco de condiciones patriarcales adversas, pero logrando sus propósitos. Este logro se resalta como un resultado de su proceso de crecimiento en la Escuela y da cuenta de su importancia, más allá de los indicadores de proyectos. Como estas jóvenes, otros participantes de la Escuela continúan hoy día realizando monitoreos, talleres en escuelas rurales o bordando aves, vinculando sus acciones a la permanencia y defensa de sus territorios.
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de la sustentabilidad compadre Bototo
La Escuela de la Sustentabilidad Compadre Bototo surgió como un escenario de formación enmarcado en la Educación Popular Ambiental (EPA) entre Censat Agua Viva y pobladores del departamento del Meta. Este espacio se concretó en sesiones para abordar temáticas, acciones colectivas y apoyo a otros procesos e intercambios con espacios organizativos, cuyas experiencias nutrieron a las y los participantes de la escuela.
En 2017 se visitó el bajo Sinú, específicamente la experiencia de Asprocig; en 2018, el turno fue para Antioquia en donde se compartió con diferentes procesos como la Asociación Campesina de Antioquia, ACA, y Vigías del Río Dormilón, ambas organizaciones articuladas al Movimiento Social por la Vida y la Defensa del Territorio del oriente antioqueño, Movete. También se trabajó con organizaciones del suroeste antioqueño como la Asociación Agropecuaria y de productores de Caramanta, ASAP, el Circuito Económico Solidario de Támesis, Cesta, Jóvenes por la Defensa del Territorio, Jodete, y el Comité por la Defensa Ambiental de Támesis, Codeate, todas ellas agrupadas en el Cinturón Occidental Ambiental, COA.
De cada una de estas experiencias se aprendió algo: la resiliencia y creatividad de la ACA, la persistencia de Vigías del Río Dormilón, la autonomía de ASAP, la unión de Cesta, la amplitud de Codeate, o la importancia de las luchas intergeneracionales que nos mostró Jodete. Aunque estos son apenas unos puntos a destacar de cada proceso, todas estas expresiones nos muestran algo la urgente necesidad de pensar y caminar juntos y juntas para transformar lo que somos, para hacer de nuevo el futuro posible.
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Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario
La Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario, MAC, se constituye en una apuesta político-pedagógica a través de la cual nos encontramos en comunidad, caminamos el territorio, leemos críticamente el contexto y creamos colectivamente propuestas para transformar nuestras realidades. La Escuela recoge los aprendizajes compartidos en los últimos años de trabajo del equipo de Censat Agua Viva con varias comunidades, con las que hemos avanzado de forma conjunta en la defensa territorial. En este andar hemos visto la necesidad de materializar propuestas metodológicas y herramientas que articulen conocimientos de diversas fuentes, construyendo un diálogo de saberes abierto y honesto. Esto se traduce en un esfuerzo por visibilizar lo que ya muchas comunidades vienen haciendo para el cuidado y la defensa de sus territorios a través de la observación, el seguimiento y la acción en la naturaleza y desde sus cosmovisiones.
El MAC tiene objetivos más allá del monitoreo mismo: es una herramienta de fortalecimiento organizativo que prepara mecanismos de incidencia política desde las comunidades, para generar insumos que construyan y fortalezcan iniciativas que defienden la vida y el territorio. Por lo tanto, es reflejo de la democratización de los asuntos ambientales, con participación directa y vinculante de las comunidades en las decisiones de ordenamiento territorial y del agua. La Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario se configura como una iniciativa para la construcción de rutas de defensa local y regional de organizaciones y comunidades indígenas, campesinas, afros, ambientalistas y populares.
Escuela de la sustentabilidad
Escuela de técnicos y técnicas comunitarios en energías alternativas
Esta escuela surgió inicialmente con el objetivo de crear nuevas capacidades en las personas que perdieron sus formas de vida a causa de la inundación de sus territorios con proyectos hidroeléctricos. Específicamente la idea de la escuela surgió en el marco del desplazamiento forzado de cientos de campesinos del río Cauca por la imposición del proyecto Hidroituango en 2013, procurando crear soluciones a las problemáticas antes mencionadas y aportar a la crisis climática global.
De este modo se convocaron algunos intercambios entre integrantes de Ríos Vivos de Antioquia, Fundaexpresión, Agrovida y Asprocig para conocer el funcionamiento de experiencias en curso de biodigestores, estufas eficientes y paneles solares. Posteriormente se diseñó una primera propuesta de escuela en torno a las tecnologías que pudieran tener mayor uso y apropiación por parte de las familias beneficiarias, como fueron los biodiogestores, sistemas fotovoltaicos, estufas eficientes de leña y deshidratadores solares.
En la escuela participan delegados y delegadas de las organizaciones sociales que defienden los territorios y que tienen apuestas por la preservación y por la creación de condiciones de vida digna. Actualmente la escuela es promovida y dinamizada por Fundaexpresión, Comunidades Sembradoras de Territorios, Aguas y Autonomías, Setaa y Censat Agua Viva.
Hasta la fecha se destacan las múltiples tecnologías que se han implementados en los territorios y muchas de ellas construidas por los mismos campesinos y campesinas de las localidades; también se destaca que muchos de los problemas de operación son resueltos por las mismas comunidades sin depender de técnicos de fuera del territorio y haciendo más sostenible y rentable la experiencia. Con ellas se ha contribuido a disminuir la emisión de gases efecto invernadero, mejorar las condiciones de habitabilidad en las casas y fincas al eliminar humos dentro de las viviendas y los olores de las cocheras. Se ha dado valor agregado a la producción campesina en varios lugares donde las experiencias se han integrado a la producción campesinas como el tostado de cacao, deshidratación de café, producción de aromáticas, producción de harina de plátano y yuca, entre otros.
Durante estos años hemos trabajado sobre los ejes de la Ecología Política formando activistas ambientalistas desde lo político y social
Escuela de la Sustentabilidad es una apuesta pedagógica que acompaña la misión de Amigos de la Tierra Internacional (Friends of the Earth International). Tiene sus orígenes en el evento de aprendizaje regional organizado por vez primera por Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe, Atalc, en 2007. Inspirada por la educación popular, reúne a los grupos de Amigos de la Tierra y sus aliados de la región para compartir y desarrollar una conciencia crítica sobre los agentes de la injusticia social y la destrucción ambiental.
El término ‘escuela’ no se usa para referirse literalmente a una institución, sino a un proceso de aprendizaje que se da en varios lugares y de forma didáctica, no tradicional y no jerárquica.
Amigos de la Tierra Internacional trabaja en cuatro regiones principales, América Latina y el Caribe, Asia Pacífico, África y Europa. Cada región organiza al menos una escuela de la sustentabilidad anual en un grupo de Amigos de la Tierra distinto cada año. Los grupos miembro y aliados de Amigos de la Tierra de la región son invitados. Los temas y objetivos de cada escuela cambian para acomodarse a las necesidades de los grupos y la región. El tema principal de cada escuela es compartir y profundizar nuestra comprensión colectiva y política de las causas subyacentes de la injusticia social y ambiental.
El programa incluye aprendizaje de destrezas para emprender acciones, relatos inspiradores de las soluciones y éxitos, así como expresiones creativas, artísticas, espirituales y musicales con el fin de hacer espacio para el espíritu, las manos y también la mente. Los principios y metodologías de educación popular son una parte importante de los programas.
A lo largo de estos años se han construido metodologías de trabajo y lucha basadas en el intercambio y el diálogo a partir de las experiencias de quienes han participado en la Escuela. Así, se ha fortalecido una mirada crítica del sistema capitalista y del modelo neoliberal como la causa de la destrucción de la naturaleza y los males que enfrenta la sociedad. En Colombia hemos iniciado hace al menos una década años la construcción de Escuelas de la Sustentabilidad en los territorios desde la perspectiva de la Educación Popular Ambiental. En esta sección presentamos algunas de las principales reflexiones y productos pedagógicos construidos en ellas.
Escuela de la sustentabilidad de Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe, Atalc
Amigos de la Tierra Internacional trabaja en cuatro regiones en el mundo: América Latina y el Caribe, Asia Pacífico, África y Europa. Cada región organiza al menos una escuela de la sustentabilidad anual en un grupo distinto cada año
Escuela del agua
Esta Escuela fue el resultado de un proceso de aprendizaje con comunidades, organizaciones y movimientos sociales y ambientales que luchan por el agua como un bien común.
Escuela de la Sustentabilidad del suroeste antioqueño
Esta Escuela nació en el 2010 como un espacio de diálogo e intercambio de saberes y experiencias entre miembros de diferentes procesos organizativos en esta zona del departamento de Antioquia
Escuela Interétnica e Intergeneracional del suroccidente colombiano
Este proceso fue desarrollado en el suroccidente colombiano con la participación de comunidades afrodescendientes, campesinas e indígenas. Tuvo lugar entre el 2010 y el 2014 se realiza en articulación con el proyecto Lands and Rigths
Escuela Mujer y Minería
La Escuela Itinerante Mujer y Minería está enfocada hacia el aprendizaje, la comprensión y la transformación de una realidad (en este caso, la relación entre la mujer y la minería en Colombia), por parte de un grupo de mujeres vinculadas a procesos sociales en los territorios donde se desarrollan megaproyectos minero-energéticos
Escuela de Polinizadores del Territorio
Las niñas y niños son una población históricamente invisibilizada, su voz poco se escucha y su participación habitualmente es inexistente. Por este motivo Censat Agua Viva lleva años esforzándose en avanzar en caminos pedagógicos donde niñas y niños estén también en el centro de los asuntos ambientales
Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario
La Escuela de Monitoreo Ambiental Comunitario, MAC, se constituye en una apuesta político-pedagógica a través de la cual nos encontramos en comunidad, caminamos el territorio, leemos críticamente el contexto y creamos colectivamente propuestas para transformar nuestras realidades.
Escuela ¡aprendie ndo a volar con nuestras aves!
En esta escuela hemos aprendido que las voces de las aves y las gentes nos cuentan también algo del lugar que habitan y que los nombres que les damos se parecen a lo que suenan sus cantos.
Escuela de la sustentabilidad compadre Bototo
La Escuela de Sustentabilidad Compadre Bototo surge como un escenario de formación enmarcado en la Educación Popular Ambiental (EPA) entre Censat Agua Viva y pobladores del departamento del Meta.
Escuela de técnicos y técnicas comunitarios en energías alternativas
Esta escuela surgió inicialmente con el objetivo de crear nuevas capacidades en las personas que perdieron sus formas de vida a causa de la inundación de sus territorios con proyectos hidroeléctricos.