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Activistas de Colombia y Mozambique se dirigen a los daneses: ¿podrían dejar de invertir en carbón y gas en nuestros países?

Jun 15, 2022 | Noticias y análisis - Otros temas de trabajo

La Unión Europea necesita nuevas fuentes de energía para liberarse del gas ruso. En Colombia, las exportaciones de carbón a Europa han aumentado, pero al igual que sucede con un proyecto de gas en Mozambique, estas dinámicas están causando importantes problemas locales, dicen activistas ambientales de ambos países.

Hay un largo camino desde Amager Common hasta Colombia o Mozambique. Pero tal vez no haya mucha diferencia entre las luchas por preservar y proteger la naturaleza frente a proyectos de construcción que se vienen adelantando en estos tres lugares del mundo. Así lo expresan las activistas medioambientales Tatiana Rodríguez y Catalina Caro de Censat Agua Viva (Colombia) y Kete Fumo e Ilham Rawoot de Justice Ambiental (Mozambique) que visitaron la zona el martes 3 de mayo de 2022, invitados por el movimiento ecologista NOAH, para conocer y compartir la lucha que busca impedir la construcción de viviendas en esta zona de naturaleza rural. Las tres organizaciones comparten además, el formar parte de la red ecológica internacional Amigos de la Tierra.

«Son los mismos problemas. En Mozambique también se están destruyendo zonas naturales para construir viviendas caras que nadie puede permitirse, todo porque queremos ser como Dinamarca», dijo Kete Fumo. Algo similar expresan las invitadas colombianas, refiriéndose a la construcción de viviendas en la reserva natural Thomas van der Hammen, ubicada cerca de Bogotá, capital de Colombia.

Las invitadas se encuentran en Dinamarca celebrando reuniones con empresas de pensiones danesas para motivarlas a que retiren sus inversiones en empresas occidentales que se dedican a la extracción de gas y carbón en Colombia y Mozambique.

Más carbón colombiano para Europa

En estos momentos, los países europeos están tratando de encontrar alternativas al suministro de gas ruso. La Comisión Europea y otros países como Dinamarca, prometen acelerar la transición ecológica, pero argumentan que llevará tiempo conseguir las turbinas eólicas y los paneles solares necesarios. Por lo tanto, se están importando más combustibles fósiles, entre ellos, el carbón de Colombia.

La organización ambientalista Censat Agua Viva opone resistencia a la mayor mina de carbón a cielo abierto del mundo, el Cerrejón, que acaba de recibir permiso para expandirse. «Recientemente, las exportaciones a Europa han aumentado debido a la guerra en Ucrania. No es casualidad que permitan la expansión de la mina en este momento», dice Tatiana Rodríguez.

Según el instituto de análisis Montel, las exportaciones de carbón colombiano a países como Bélgica, Países Bajos y Reino Unido se han duplicado este año en comparación con el anterior. Pero la gigantesca mina de carbón está teniendo un gran impacto negativo sobre el medio ambiente y la vida de las comunidades locales, ya que contamina los alrededores y el agua potable, amenazando la salud de las poblaciones. La mina ya ha destruido varias fuentes de agua subterránea y está liberando grandes cantidades de mercurio y otros contaminantes en el agua.

El gas durante la guerra civil

En Mozambique, el gas es un reto importante. En 2010 se descubrieron grandes yacimientos de gas natural en Cabo Delgado, al norte del país, lo que llevó a varias empresas europeas a invertir en su extracción. Sin embargo, unos años más tarde comenzó un violento conflicto en la región, el cual, según Tatiana Rodríguez y Catalina Caro, está vinculado al proyecto de gas. Miles de lugareños se vieron obligados a abandonar sus hogares, lo que los alejó de la costa, donde muchos se ganaban la vida como pescadores. Los desalojos se realizaron para dar paso a una gran zona conocida como Afungi, donde se encuentra el proyecto, la cual es ampliamente vigilada por fuerzas de seguridad desde que estalló la rebelión en la provincia.

«Cabo Delgado solía ser una provincia pacífica, pero desde que inició el proyecto de gas han surgido conflictos violentos. Las fuerzas de seguridad protegen más la zona del proyecto que a la población local», afirma Kete Fumo.

Zonas enteras han sido fuertemente militarizadas con unidades tanto privadas como estatales, incluyendo fuerzas de Ruanda. Personas críticas con el proyecto han desaparecido, entre ellas un periodista de una emisora de radio local, a quien el gobierno había intentado vincular con los rebeldes. Como consecuencia de los violentos enfrentamientos, miles de personas se han desplazado internamente en la región.

Es dudoso que la población local se beneficie mucho del proyecto extractivo. Por ejemplo, la mayor parte del gas natural de Mozambique no se convierte en electricidad para cocinar y calentar los hogares mozambiqueños. «Sólo el 30% de la población de Mozambique tiene acceso a la electricidad», dice Keto Fumo, citando las cifras del Banco Mundial. Mientras tanto, según Worldometers el país exporta el 67% de su gas natural.

Reuniones con empresas de pensiones

Keto Fumo e Ilham Rawoot han mantenido varias reuniones con empresas de pensiones para que abandonen sus inversiones en Total, Exxon Mobile y Eni, que participan en el proyecto de gas en Mozambique. Lo mismo han impulsado Tatiana Rodríguez y Catalina Caro. Al mismo tiempo, las invitadas han participado en varios debates sobre los retos de la extracción en sus países de origen. En los próximos días, continuarán su viaje por otros países europeos antes de volver a casa para continuar impulsando sus luchas.

* Esta es una traducción al español del artículo original publicado en el medio de comunicación danés Globalnyt

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Thomas Jazrawi