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Nuestro Abrazo a la Montaña. Reconociendo los acueductos del municipio de Santa Bárbara

Nov 9, 2018 | Noticias y análisis - Conflictos Mineros

El Comité Ambiental por la Defensa del Territorio Santabarbareño, el grupo de investigación de la Escuela de la Sustentabilidad CASANBÉ y los acueductos comunitarios de la zona noroccidental de Santa Bárbara y oriental de Fredonia, en compañía de Censat Agua Viva se encontraron el 20 de octubre de 2018 para hacer un recorrido por la cordillera Santabarbareña. Esta actividad tuvo como propósito visibilizar y dar a conocer las amenazas que afectan el territorio de Santa Bárbara para plantearse acciones de defensa comunitaria que permitan resguardar las aguas y la vida.

De ahí que alrededor de 40 personas partieron para empezar a vislumbrar en el paisaje y desde la voz de los protagonistas del territorio los problemas a los que se ve enfrentada la comunidad. La montaña que se abrazó, abastece a Santa Bárbara y a Fredonia, con una empresa “Operadores de servicio” y los acueductos comunitarios de la zona, quienes contrario a la primera ven el agua como un bien común y fundamental para humanos y no humanos.

El recorrido se llamó “Nuestro Abrazo a la Montaña” puesto que hace rememoración a esa estrategia de defensa de la región del Suroeste, de la cual también hace parte Santa Bárbara, llamada Una travesía por el Suroeste “Abrazando la montaña” que realiza el Cinturón Occidental Ambiental y busca reconocer la vida de los territorios. Así mismo, y planteando los convites como estrategias que emplean los acueductos y las comunidades para hacer el trabajo colectivo, este encuentro permitió abordar las fortalezas y debilidades de la gestión comunitaria de las aguas.

La primera estación fue Pitayó, donde se pudo observar las afectaciones que generá la imposición de servidumbres para construir líneas de alta tensión para la transmisión de energía, puesto que el trazado está pensado en términos económicos y no del impacto que generarían en zonas de importancia ecosistémica y ambiental. Se teme que el acueducto y las comunidades estén afectadas, además de los animales y las aves de la región por los impactos que podría generar los campos electromagnéticos que generan este tipo de proyectos.

Es de resaltar que los acueductos han generado estrategias para reforestar con árboles nativos las zonas altas de la vereda y la montaña, con el fin de conservar las aguas, puesto que Versalles, la cabecera de Santa Bárbara, Pitayó, Los Naranjos, Las Mercedes, Morroplancho y Palmichal se abastecen de la zona.

La segunda estación fue en la escuela para hablar de la situación de Las Mercedes, que tiene un acueducto multiveredal. Las amenazas identificadas refieren a que las personas van migrando de las zonas rurales de Santa Bárbara y, los nuevos dueños, en su mayoría empresas pineras, buscan ampliar sus monocultivos en zonas de importancia ecológica. En Santa Bárbara existe minería artesanal que ha buscado cuidar los nacimientos de agua, pero también otros proyectos mineros a media escala de feldespato que amenazan las aguas del territorio así como títulos mineros de carbón y oro.

La tercera estación fue en el sector los Naranjos, afectado por los monocultivos de café y la minería de Manganeso. Así como la vereda Palmichal, Morroplancho y Morroalegre que hace 25 años atrás fueron transformados para hacer potreros, pero fueron rastrojados y finalmente el día de hoy están con la amenaza del pino, el aguacate y el café. De igual forma, existe la amenaza de las pequeñas centrales hidroeléctricas que se pretenden construir en la quebrada La Loma.

Este recorrido nos permitió observar que una sola montaña, como en el caso de la cordillera que va desde el Alto de Minas hasta la vereda Poblanco es una zona vital para la vida santabarbareña y del territorio de Fredonia, además del suroeste de Antioquia, porque en ella corren las aguas que dan vida a esos territorios sagrados pero también que abastecen a las poblaciones de la zona. Desafortunadamente la minería, los monocultivos, los tendidos eléctricos, las PCH y las líneas de alta tensión son amenazas que generan altos impactos, los cuales debe ser necesario generar estrategias colectivas para frenarlos, impedirlos, vigilarlos y hacerles veedurías.