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Sentir el territorio Soitamá, tercera sesión “Escuela de la Sustentabilidad – Monitoreo Biocultural Comunitario”

Oct 9, 2023 | Noticias y análisis - Conflictos Mineros

Por: Paula Andrea Portela – Área Conflictos Mineros, Censat, Agua Viva

El pasado 11, 12 y 13 de agosto, en el territorio Soitamá, cuenca del río Consotá, Risaralda, realizamos la tercera sesión de la Escuela de la Sustentabilidad de Monitoreo Biocultural Comunitario con los tejidos Montes Nativos sin Monocultivos y las Guardias Montañeras y Montañeritas de la cuenca media del río Cauca. 

En el encuentro conocimos, compartimos  y reflexionamos junto con las y los guardianes de este territorio, familia que desde hace varias generaciones viene desarrollando esta labor a través de la agroecología, la custodia de semillas, la recuperación de las memorias ancestrales del biomacizo y el reconocimiento de los flujos de vida en la región, sobre el cuidado del territorio y los indicadores de salud. Esta sesión correspondió al Módulo 3 – Bioindicadores del Panal de Herramientas Pedagógicas de Monitoreo Ambiental Comunitario.

Foto: Paula Andrea Portela

Por medio de ejercicios prácticos, de escucha personal, colectiva y del entorno, dispusimos nuestros sentidos para agudizar nuestra percepción y explorar nuestro cuerpo como la primera posibilidad de observación y relacionamiento con el territorio. A partir de ello, surgieron reflexiones sobre la necesidad de “animalizar los sentidos” y “reaprender a sentir” para desarrollar el monitoreo de los territorios, buscando subvertir la supremacía de la racionalidad impuesta por los tecnicismos y la necesidad de darle importancia al cuerpo como primera herramienta de relación con el entorno. Al mismo tiempo, reconocimos la importancia de afianzar las confianzas entre las personas que participan en los procesos de defensa territorial para fortalecer la construcción de sujetos políticos colectivos.

Foto: Diego León Mora

Conversamos sobre los aportes que la Escuela ha hecho a los procesos de defensa territorial que llevan a cabo las diferentes organizaciones. Así, reconocimos que el monitoreo, más allá de ser una técnica, lo vemos como una posibilidad para reconocer, explorar, sentir el territorio y también para observar y documentar transformaciones, favorables o desfavorables en el territorio a través del tiempo.

Foto: Paula Andrea Portela

En la identificación de las diferentes iniciativas de reconocimiento y cuidado territorial que se vienen realizando en la cuenca encontramos que se está haciendo seguimiento a las afectaciones de las aguacateras a las aguas, monitoreo de grandes mamíferos como osos para disputar los ordenamientos territoriales y el tecnicismo institucional, avistamiento de aves para la sensibilización de las infancias sobre la relación con la tierra, también el monitoreo de los cambios sociales, incluidas las emociones por amenazas extractivas, entre otros. Esto nos llevó a reafirmar que queremos enfocarnos en reconocer las aguas que nutren la cuenca, ya que estas son un hilo articulador del guardianaje del territorio que los procesos buscan establecer.

Foto: Paula Andrea Portela

En esta sesión también realizamos un primer acercamiento al monitoreo del agua, identificando distintos tipos de macroinvertebrados acuáticos, sus características, formas de muestreo y analizando qué indican sobre la salud de las aguas y el territorio. De este modo nos acercamos a comprender la importancia de los bioindicadores en los ejercicios de monitoreo, en tanto son seres vivos que, por su importancia en el entramado relacional en el territorio permiten comprender problemáticas ambientales y sus impactos concretos. En ello resaltamos la importancia de los saberes locales sobre los comportamientos y formas de vida de las especies, pues sin esos conocimientos bioculturales las lecturas del territorio son limitadas o incluso equivocadas.

Foto: Christian Torres Salcedo

Seguimos el curso del río Soitamá, y nos adentramos en el bosque para realizar un ejercicio de avistamiento de aves, para ello nos dispusimos a activar los sentidos, a fin de identificar las señales visuales, auditivas y otras que nos permitieran conocer las aves que nos íbamos encontrando. Más allá de los tecnicismos y nombres científicos de las especies, reflexionamos sobre las formas diversas de nombrarlas y su papel en el territorio. Conversamos sobre las relaciones directas entre las aves y las condiciones, formas y costumbres de un territorio, y sus características como indicadores bioculturales que nos permite identificar alteraciones en los territorios.

Foto: Diego León Mora

Compartimos la palabra con los guardianes del territorio, quienes nos invitaron a conectarnos con la naturaleza para sentir en ella sus flujos y escuchar sus sabidurías. Carlos García nos mencionaba que esa escucha le ha permitido crear biopreparados para la siembra, con los ingredientes de su misma huerta, comprendiendo las particularidades de las semillas. A su vez nos invitaron a mirar, no sólo el abajo, en las raíces, la tierra , sino también el arriba, la luna, los astros, los ciclos, el tiempo. Asimismo también nos invitaron a mirar hacia adentro, ese primer territorio que siente y posibilita acciones concretas para el cuidado de la vida.